lunes, 27 de agosto de 2012

Organizaciones piden parar los terraplenes y los desmontes en las islas entrerrianas.


OOOOo  Organizaciones ambientalistas, presentaron un proyecto en la legislatura de la provincia de Entre Ríos, en el que reclaman que se declare “la emergencia ambiental de la sustentabilidad ecológica, social y productiva” en ese inmenso humedal del Paraná. Las organizaciones agrupadas en la Red Delta del Paraná, vienen alertando sobre la construcción de terraplenes y el desmonte que realizan empresarios rurales y que pone en peligro el ecosistema. Eduardo Spiaggi, integrante del Taller Ecologista Rosario, una de las organizaciones que firman la iniciativa, alertó que si se corta “el flujo de agua con terraplenes, toda esa flora y esa fauna ve alterado su hábitat y con eso cambia toda la dinámica y la estructura del ecosistema”.


Las organizaciones que hicieron la presentación son: la Fundación M’Biguá de Paraná, el Taller Ecologista de Rosario, el Centro Ecologista Renacer de Villa Constitución, Ala Plástica de La Plata y la Fundación Oga de San Nicolás. Las organizaciones denunciaron “los retrasos de la provincia de Entre Ríos, en dar cumplimiento a su Ordenamiento Territorial de Bosque Nativo”.
El Taller Ecologista, informó que en la zona de islas ubicadas frente a Villa Constitución en el sur de Santa Fe, se pudo constatar “que la empresa holandesa Bema Agri, propietaria de un predio de casi 10.000 hectáreas en las islas entrerrianas, ha reconstruido un terraplén para avanzar con el cultivo de soja, trigo y colza en parte de sus tierras, en las que se confirmó la utilización de glifosato”, el poderoso agrotóxico que ha causado numerosos casos de graves enfermedades en distintas zonas del país.
Spiaggi, relató que el proyecto presentado establece “un período por el cual se prohíben absolutamente todos los terraplenes, toda acción que modifique cursos de agua, se prohíbe la tala del bosque nativo y se da un lapso, que lo había prometido el gobierno entrerriano, para que todas las organizaciones interesadas, estatales, asociaciones civiles, de productores puedan sentarse en una mesa a consensuar qué se puede hacer y qué no se puede hacer”.


El integrante del Taller Ecologista de Rosario, explicó que “el ecosistema de islas es totalmente diferente a lo que es la región pampeana, tierra firme de Santa Fe, de Córdoba y de Entre Ríos, donde la soja ya ha invadido el 95 por ciento del territorio”. En cambio el delta entrerriano “es un ecosistema totalmente distinto, funciona en base a la presencia de agua y hay una flora y una fauna totalmente distinta de la que hay en tierra firme. Si nosotros sacamos y cortamos el flujo de agua con terraplenes, toda esa flora y esa fauna ya ve alterado su hábitat y con eso cambia toda la dinámica y la estructura del ecosistema, de la cual viven los pescadores, viven los apicultores e inclusive algunos ganaderos”.
Con respecto a la presencia de agrotóxicos, Spiaggi graficó que “el Delta es una fábrica de agua dulce única en el mundo y una purificadora de agua, si le meto presión con la presencia de agroquímicos, todas esas funciones se ven alteradas”.

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